Bajo el slogan de “ocupar, resistir y producir”, el movimiento de Recuperación de Industrias constituye un ejemplo de autogestión y democracia participativa con un sello eminentemente argentino. Surgido en los momentos más duros de la debacle económica post-menemista y con un profundo rechazo hacia la clase política en general, esta iniciativa ha logrado poner en marcha una inédita forma de organización productiva sin patrones, sin caudillos, sin apoyo estatal ni financiamiento bancario. Actualmente, a causa de su éxito, los trabajadores temen el retorno de los antiguos dueños, la anulación de las expropiaciones y la vuelta de un gobierno ultraliberal similar al de Carlos Menem.
“The Take” es un filme directo y con un mensaje explícito, pero al mismo tiempo es un documento de enorme valor histórico para comprender hasta qué punto la debacle de la economía argentina representó una fracaso para su clase dirigente, pero especialmente para el FMI y el Banco Mundial. Por último, cabe destacar las delirantes imágenes de camiones bancarios repletos de dólares y escoltados por policías, fugándose del país al momento de ser decretado el fin de la convertibilidad cambiaria en 2001.